Francisco Canizales
Saldivar[1]
PRIMER DEBATE PRESIDENCIAL 2018 (MÉXICO)
El Debate
es un ejercicio contemporáneo cuya finalidad es poder contrastar cada una de
las propuestas y posturas sobre un tópico en especial, se debe tener claro que
el primer debate entre los Candidatos a la Presidencia de la República es un
tema que debe atender a los intereses de la población mexicana.
En un país como lo es México donde la población joven es la que al
cierre de 2016 equivale a 37,504,392 jóvenes de 12 a 29 años quienes representan
el 31.4% de la población total de México.[2]
Una Nación “en donde los
jóvenes […] se niega la participación y el ejercicio del poder ciudadano y se
acepta implícitamente la figura del súbdito […] se opta por una política sin
debate, sin discusión ni deliberación”.[3] (Ruiz, 2014) es muy
preocupante y hace un llamado enérgico a quienes aspiran a detentar el Supremo
Poder Ejecutivo a tomar en consideración las preocupaciones de los que somos el
sector joven del País.
Cinco Candidatos a la Presidencia de la República tuvieron la
oportunidad de dirigir su Proyecto de Nación ante 125 millones de mexicanos y a
titulo personal solo algunos lograron transmitir un mensaje confortante a la ciudadanía.
1.
Jaime
Rodríguez Calderón
2. Andrés Manuel López Obrador
3. Ricardo Anaya Cortés
4. José Antonio Meade Kuribreña
5. Margarita Ester Zavala Gómez del Campo
El primero empezó con un mensaje cargado de emociones, un tema
sensible como el asesinato de un hijo, jactándose de representar una opción
distinta a la de los partidos políticos, con un mensaje poco claro sobre el no asistencialismo, el instaurar el Sistema
de Educación Media Superior de corte Militar, con ideas novedosas como la segunda
vuelta, con terminar con el financiamiento a los partidos políticos y
destinarlo a otras áreas como los inmigrantes e indígenas.
Pero también con una actitud desafiante y opositiva a las ideas del
Señor López donde se hace de manera tajante una interrogante ¿En ese foro también
convocaras a los narcotraficantes?
El segundo candidato con un discurso no muy distinto al que hemos
escuchado en sus diversos spots políticos, con un lenguaje corporal muy débil
que aspira a predicar con el amor, empleando como medida de convencimiento a la
propia religión y al papa de la iglesia católica Bergoglio también conocido como papa
francisco, evadiendo los señalamientos que le realizaron los demás candidatos
en ocasiones actitud muy acertada, pero en otras diametralmente erróneas.
El tercer candidato quien abrió con una frase que deja ver un buen
sabor de boca “vendo a un debate más a
proponer que a oponer” un tono de voz acompañado de un lenguaje corporal muy
fluido, con proyección de seguridad al cuestionar y responder, coincidente con
los demás en preguntar a López calificándolo como “espanta inversiones” entre sus propuestas destaco la revocación de
mandato y la propuesta al Instituto Nacional Electoral de compactar los
espacios publicitarios otorgados a los candidatos para realizar mas de tres
ejercicios de debates presidenciales.
El candidato de los dos sexenios con la atención encima por vérsele
como “la opción que puede vencer a Obrador”
un lenguaje corporal no fluido, pero tampoco lento, con espacios de lectura
al responder o proponer en donde su propuesta más innovadora fue la creación de
un Código Penal Único y coincidente también en exhibir a López por una supuesta
declaración patrimonial que no coincide con la realidad.
Por último, tenemos a la candidata femenina con quien tendré que expresar
mi mas sincera decepción con un lenguaje que denotaba nerviosismo, empleando en sus intervenciones
temas que estuvieron en la agenda pública como lo es Donal Trump, Obrador, Peña
Nieto, pero sobre todo con una quijotesca forma de sacar lo que a su parecer
estuvo bien durante el mandato de Felipe Calderón quien es su esposo, muy fácil
fue para Ricardo Anaya poder desconcentrarla y captar su atención en defender
al expresidente número cincuenta y cinco de México.
Podemos concluir de este Debate Presidencial que no se trata de que
los Jóvenes nos apasionemos solo durante esta fase de ejercicios o de solo reír
mediante la burla por las redes sociales, se requiere asumir posturas de
deliberación, análisis y argumentación sobre los asuntos de la vida pública.
Algunos instrumentos para expresar estas posturas son el voto y la actividad
político-partidista, pero también la participación en organizaciones sociales y
asociaciones civiles, la movilización, así como el escrutinio de las acciones
del gobierno y la evaluación del ejercicio del poder.
Se observo como el formato del INE permitió a los candidatos poder
entrar en un ejercicio de contrastar ideas y debemos decirlo también descalificaciones,
algo que no puede dejarse pasar es que en este debate se pudo observar la
capacidad de síntesis de los que en unos meses estarán ocupando posiciones de
poder para llevar a los ciudadanos una mejor calidad de vida. ¿Para ti quién gano el debate?
Luego entonces, el ejercicio de la ciudadanía en democracia va más
allá de apoyar propuestas por parte de las élites políticas y pasa por la
intervención directa en la formulación, evaluación e instrumentación de las
acciones de gobierno a través de los espacios institucionales que antes estaban
reservados exclusivamente para funcionarios públicos.
[1] Estudiante de la Lic. En Derecho
en la UAEM y Lic. En Administración y Gestión Pública en la UNADM, Diplomado
Presupuesto Basado en Resultados por la UNAM. Diplomado Modelos de Gestión de
Proyectos Sociales por el INDESOL,
Diplomado Liderazgo Político por el ICADEP; Autor del artículo “¿Qué son los derechos humanos?” a
través del número 14 de la revista Vórtice. Ciencias, Humanidades y Cultura de
la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Cuernavaca
[2] (SEGOB, 2016)
[3] Ruiz,
J. E. (2014). En Educación, política y proyecto de vida en los jóvenes (págs.
239-240). México: SIFRA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario