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domingo, 22 de abril de 2018


Francisco Canizales Saldivar[1]

PRIMER DEBATE PRESIDENCIAL 2018 (MÉXICO)

El Debate es un ejercicio contemporáneo cuya finalidad es poder contrastar cada una de las propuestas y posturas sobre un tópico en especial, se debe tener claro que el primer debate entre los Candidatos a la Presidencia de la República es un tema que debe atender a los intereses de la población mexicana.

En un país como lo es México donde la población joven es la que al cierre de 2016 equivale a 37,504,392 jóvenes de 12 a 29 años quienes representan el 31.4% de la población total de México.[2]

Una Naciónen donde los jóvenes […] se niega la participación y el ejercicio del poder ciudadano y se acepta implícitamente la figura del súbdito […] se opta por una política sin debate, sin discusión ni deliberación”.[3] (Ruiz, 2014) es muy preocupante y hace un llamado enérgico a quienes aspiran a detentar el Supremo Poder Ejecutivo a tomar en consideración las preocupaciones de los que somos el sector joven del País.  

Cinco Candidatos a la Presidencia de la República tuvieron la oportunidad de dirigir su Proyecto de Nación ante 125 millones de mexicanos y a titulo personal solo algunos lograron transmitir un mensaje confortante a la ciudadanía.

1.    Jaime Rodríguez Calderón
2.    Andrés Manuel López Obrador
3.    Ricardo Anaya Cortés
4.    José Antonio Meade Kuribreña
5.    Margarita Ester Zavala Gómez del Campo

El primero empezó con un mensaje cargado de emociones, un tema sensible como el asesinato de un hijo, jactándose de representar una opción distinta a la de los partidos políticos, con un mensaje poco claro sobre el no asistencialismo, el instaurar el Sistema de Educación Media Superior de corte Militar, con ideas novedosas como la segunda vuelta, con terminar con el financiamiento a los partidos políticos y destinarlo a otras áreas como los inmigrantes e indígenas.

Pero también con una actitud desafiante y opositiva a las ideas del Señor López donde se hace de manera tajante una interrogante ¿En ese foro también convocaras a los narcotraficantes?

El segundo candidato con un discurso no muy distinto al que hemos escuchado en sus diversos spots políticos, con un lenguaje corporal muy débil que aspira a predicar con el amor, empleando como medida de convencimiento a la propia religión y al papa de la iglesia católica Bergoglio también conocido como papa francisco, evadiendo los señalamientos que le realizaron los demás candidatos en ocasiones actitud muy acertada, pero en otras diametralmente erróneas.

El tercer candidato quien abrió con una frase que deja ver un buen sabor de boca “vendo a un debate más a proponer que a oponer” un tono de voz acompañado de un lenguaje corporal muy fluido, con proyección de seguridad al cuestionar y responder, coincidente con los demás en preguntar a López calificándolo como “espanta inversiones” entre sus propuestas destaco la revocación de mandato y la propuesta al Instituto Nacional Electoral de compactar los espacios publicitarios otorgados a los candidatos para realizar mas de tres ejercicios de debates presidenciales.  

El candidato de los dos sexenios con la atención encima por vérsele como “la opción que puede vencer a Obrador” un lenguaje corporal no fluido, pero tampoco lento, con espacios de lectura al responder o proponer en donde su propuesta más innovadora fue la creación de un Código Penal Único y coincidente también en exhibir a López por una supuesta declaración patrimonial que no coincide con la realidad.

Por último, tenemos a la candidata femenina con quien tendré que expresar mi mas sincera decepción con un lenguaje que denotaba  nerviosismo, empleando en sus intervenciones temas que estuvieron en la agenda pública como lo es Donal Trump, Obrador, Peña Nieto, pero sobre todo con una quijotesca forma de sacar lo que a su parecer estuvo bien durante el mandato de Felipe Calderón quien es su esposo, muy fácil fue para Ricardo Anaya poder desconcentrarla y captar su atención en defender al expresidente número cincuenta y cinco de México.

Podemos concluir de este Debate Presidencial que no se trata de que los Jóvenes nos apasionemos solo durante esta fase de ejercicios o de solo reír mediante la burla por las redes sociales, se requiere asumir posturas de deliberación, análisis y argumentación sobre los asuntos de la vida pública. Algunos instrumentos para expresar estas posturas son el voto y la actividad político-partidista, pero también la participación en organizaciones sociales y asociaciones civiles, la movilización, así como el escrutinio de las acciones del gobierno y la evaluación del ejercicio del poder.

Se observo como el formato del INE permitió a los candidatos poder entrar en un ejercicio de contrastar ideas y debemos decirlo también descalificaciones, algo que no puede dejarse pasar es que en este debate se pudo observar la capacidad de síntesis de los que en unos meses estarán ocupando posiciones de poder para llevar a los ciudadanos una mejor calidad de vida. ¿Para ti quién gano el debate?

Luego entonces, el ejercicio de la ciudadanía en democracia va más allá de apoyar propuestas por parte de las élites políticas y pasa por la intervención directa en la formulación, evaluación e instrumentación de las acciones de gobierno a través de los espacios institucionales que antes estaban reservados exclusivamente para funcionarios públicos.



[1] Estudiante de la Lic. En Derecho en la UAEM y Lic. En Administración y Gestión Pública en la UNADM, Diplomado Presupuesto Basado en Resultados por la UNAM. Diplomado Modelos de Gestión de Proyectos Sociales por el INDESOL, Diplomado Liderazgo Político por el ICADEP; Autor del artículo “¿Qué son los derechos humanos?” a través del número 14 de la revista Vórtice. Ciencias, Humanidades y Cultura de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Cuernavaca
[2] (SEGOB, 2016)
[3] Ruiz, J. E. (2014). En Educación, política y proyecto de vida en los jóvenes (págs. 239-240). México: SIFRA.


domingo, 1 de abril de 2018

¿LA AGENDA PÚBLICA ELEMENTO SUFICIENTE PARA TRASGEDIR DERECHOS FUNDAMENTALES? LA CONFIANZA EN LOS ELEMENTOS DE SEGURIDAD PÚBLICA Y SUS IMPLICACIONES




Para el objeto de nuestro estudio tendremos a bien explayar la trascendencia de la confianza en los elementos de seguridad pública y la implicación en sus derechos fundamentales como la seguridad social y el derecho al trabajo.

Las políticas públicas encuentran su razón de ser, en la opinión pública concretada y plasmada en la agenda pública que cobra real importancia y es menester considérala en la implementación del accionar gubernamental a través de la política social, que a su vez está reflejada en la agenda gubernamental.

En este sentido, la exigencia de la colectividad ciudadanía de atacar a la diada de la delincuencia-inseguridad mediante el poder público es uno de los mayores reclamos de la agenda pública y castigar a los que trasgreden la armonía social se vuelve una necesidad que para nada se cataloga de nimiedad.

La reforma de la CPEUM del Artículo 123, apartado B, fracción Xlll “sanciona la pérdida del empleo por el solo hecho de que el sujeto se encuentra en un procedimiento jurisdiccional que puede ser penal o administrativo […] se violenta el principio de seguridad jurídica y legalidad”.[1]

Lo anterior descrito solo afecta a personas que prestan sus servicios como elementos de seguridad pública afectando de manera severa su estabilidad laboral, económica y derecho a un debido proceso.

“El miedo al crimen es predecible sobre la base de un conjunto de factores que operan en tres niveles diferentes […] el contexto local, el contexto familiar y el conjunto de características socioeconómicas, sociodemográficas y de experiencias previas individuales con el crimen”. [2]

En este sentido cuando hablamos del contexto local hacemos hincapié en elementos como la percepción de la inseguridad, los delitos denunciados y la percepción de confianza en los elementos de seguridad pública.

La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública estima en Morelos que66.1% de la población de 18 años y más considera la inseguridad como el problema más importante que aqueja hoy en día su entidad federativa […], sobre la percepción de corrupción respecto de las autoridades de seguridad y de justicia en Morelos, 80.5% de la población de 18 años y más considera que la policía de tránsito es corrupta, seguida de la policía preventiva municipal con 75.1 por ciento. [3]

A nivel nacional entre las razones de las víctimas para NO denunciar delitos ante las autoridades destacan el 62.4% de causas atribuibles a la autoridad tales como; desconfianza en la autoridad, actitud hostil de la autoridad, perdida de tiempo de la autoridad, el no iniciar carpetas de investigación que en la mayoría de los casos no pasa nada o se detiene la investigación. 

El problema de la inseguridad pública en México ha llegado a niveles alarmantes y, por consiguiente, social e institucionalmente, preocupantes […] que ponen en un serio riesgo la vigencia del Estado de Derecho. [4]

En suma, podemos afirmar la pérdida de confianza por parte de la ciudadanía en los elementos que conforman el sistema de seguridad y procuración de justicia, no menos cierto es que se violan derechos humanos y garantías individuales consagradas en nuestra Carta Magna como el dispositivo 14 y 16 Constitucional, principios de legalidad y audiencia violentados a quienes son los encargados de garantizar la armonía social. 


Si bien el Amparo Indirecto es procedente ante el Artículo 123, apartado B, fracción Xlll no causa estado jurídico diverso por el cual se originó[5], es decir, aunque se compruebe que hubo violaciones o en el proceso se dictamine que el elemento de seguridad pública no cometió ninguna falta este no podrá ser reinstalado en su fuente de trabajo. 

Tenemos por un lado una justificada percepción de inseguridad, buscando en el mejor de los casos mayores y mejores medidas de seguridad para las viviendas y la seguridad personal, lamentables experiencias directas en actos de la delincuencia, bombardeos de noticias criminales en televisión y periódicos.

“Una cultura de los Derechos Humanos resalta el uso de valores como el respeto, la cooperación, la solidaridad, la honestidad, la libertad, la igualdad y la equidad en las relaciones de convivencia de una comunidad”. [6]

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos es discriminatoria en este sentido pues viola la igualdad jurídica consagrada en la misma y no es equitativa en la regulación especial a los elementos de seguridad pública. 

Para poder revertir esta situación es menester ver el origen de esta reforma la cual pretendía “cuidar la integridad de los cuerpos policiales, ministeriales y periciales mediante la expulsión definitiva de malos elementos”. [7]
 
Especialistas encauzan “el pueblo ejerce su soberanía, expresando su voluntad al establecer mandatos en la Constitución y en las leyes, y creando al poder público como mandatario para cumplir los mandatos populares al cumplir las leyes”. [8]

Mediante la vía de la agenda pública y pasándola al terreno de la agenda gubernamental es la única vía posible para revertir este postulado mal operado por nuestra Constitución pero será posible en la medida que se reduzca de manera significativa los índices de delincuencia, los elementos de seguridad pública requieren mejorar su imagen pública de manera drástica con resultados evidentes, incrementar la participación comunitaria en las tareas de fortalecer el tejido social pues de otra manera será un trabajo titánico poder cambiar esta agresión sin la voluntad política del poder público.


[1] Reyes Barragán , L. (2016). Las antinomias constitucionales de la seguridad pública . México: Fontamara.

[2] Vilalta Perdomo, C. (2010). El miedo al crimen en México: estuctura lógica, bases empíricas y recomendaciones iniciales de política pública . Gestión y Política Pública , 5.

[3] INEGI. (26 de Septiembre de 2017). Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública. Obtenido de http://www.beta.inegi.org.mx/contenidos/proyectos/enchogares/regulares/envipe/2017/doc/envipe2017_mor.pdf

[4] Valdez Zepeda, A. (2000). Seguridad pública y gobernabilidad: teorías, relaciones y aproximaciones. Estudios Políticos, 281.

[5] Tesis de jurisprudencia 2a./J. 72/2013 (10a.)

[6] Canizales Saldivar, F. (2017). ¿Qué son los derechos humanos? Vórtice, 17.

[7] Ver exposición de motivos


[8] Saldaña Harlow, A. (2002). Teoría democrática de la constitución. México: Asociación Nacional de Abogados Democráticos.