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miércoles, 20 de abril de 2016

El cerebro adicto

El objeto del presente trabajo es aguzar en un tema polémico pero que es necesario tratar con gran madurez y responsabilidad social.

“Hasta hace unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy se reconoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla.”
-Verónica Guerrero Mothelet

Con el objetivo  de que el interesado pueda comparar posturas tomaremos referencia en las siguientes puntualizaciones:

El tema anteriormente expuesto es de gran importancia, pues de acuerdo a la realidad social que vivimos se debe tratar este flagelo de la adicción cuyo objeto es diverso, pero tiene un común denominador.

Todas estas adicciones provocan la misma reacción en la química del cerebro. Este descubrimiento ha alterado la forma de considerar, prevenir y remediar las adicciones

Es una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al igual que otras enfermedades como la diabetes, la adicción se puede tratar, y aunque no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la duración de la vida.

En la década pasada (1930) se infería que las personas carecían de fuerza de voluntad. Se abordaba el tema como un problema moral y no de salud. Así, en lugar de diseñar acciones preventivas y terapéuticas, se optaba por el castigo y se etiquetaba negativamente a los adictos.

En este tenor se han arrojado trascendentes estudios en el tema como el  de Nora Volkow investigadora mexicana-estadounidense, estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad. La adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento de ese órgano.

"La adicción es una enfermedad que progresa por etapas", en la primera las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia

La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer. Explica la doctora Medina Mora. "El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión.
Este condicionamiento es tan fuerte que la adicción puede resurgir incluso tras muchos años de abstinencia.

Principales factores de riesgo y de protección
  • Conducta agresiva temprana
  • Habilidades sociales deficientes
  • Ausencia de supervisión paterna
  • Compañeros/amigos que abusan de sustancias
  • Disponibilidad de la droga
  • Pobreza …
  • Autocontrol
  • Relaciones positivas
  • Supervisión y apoyo paterno
  • Información
  • Políticas contra el uso de drogas
  • Cohesión comunitaria
  • *Fuente: National Institute on Drug Abuse

Consecuencias conductuales, familiares y sociales

Para el bienestar personal, familiar y social. Este trastorno afecta varios circuitos cerebrales. "No solamente el circuito que calcula la recompensa", dice Rubén Baler, "sino también los relacionados con el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones, con la toma de decisiones; son varios circuitos. Todos interactúan entre sí y muestran una disfunción en el adicto". Asimismo, dependiendo de la sustancia y del tiempo que se haya empleado, los efectos sobre la salud pueden ir de enfermedades cardiovasculares, enfisema o cáncer, al desarrollo de trastornos mentales irreversibles.

Siendo adicto se corre también el riesgo de sufrir o infligir a otras personas algún daño no intencional, o de incurrir en actos de violencia o delitos por influencia de las drogas o de la abstinencia. La doctora Medina Mora señala que "las drogas también son un problema social con muchas facetas porque tener un adicto en la familia la modifica, afecta su calidad de vida y tiene un impacto emocional, económico y social". Por esta razón se buscan enfoques de tratamiento que permitan a las personas con adicción abandonar la sustancia, pero al mismo tiempo que modifiquen, desde el aspecto bioquímico y conductual, las causas que provocan y agravan su adicción. Para que un tratamiento sea efectivo debe atacar por todos estos frentes. "Por ejemplo, hay que entrenar de nuevo los circuitos neuronales que calculan las recompensas naturales: la de la comida, la de salir con amigos, la del sexo. Todos los aspectos de la recompensa natural que se volvieron disfuncionales en el adicto", señala el doctor Baler.

Como la diabetes, la adicción es crónica e incurable. Así, siempre se pueden sufrir recaídas. Pero la probabilidad de recuperación es similar a la de la diabetes y puede controlarse para mejorar la calidad de vida.

El tratamiento debe definirse según la persona, el tipo de sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos, internos y externos, se requiere una terapia multidimensional que procure entrenar nuevamente un cerebro que aprendió algo totalmente anormal, pues la adicción, en última instancia, es una enfermedad de aprendizaje.

En conclusión  para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los factores negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza extrema, la mala nutrición, la falta de ejercicio, un entorno de violencia.

"Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias"

Trate este tema pues es necesario estar informados de las posibles consecuencias de la regulación de la marihuana que se convertiría en un problema de salud, pues como vimos anteriormente "la adicción a las drogas es una enfermedad"  Partí a través de un marco referencial  de instituciones de alto prestigio como lo es el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés)