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sábado, 10 de septiembre de 2016

¿Por qué es importante evaluar al Derecho?
En la vida cotidiana, el término evaluación se refiere al acto de juzgar o calificar un determinado objeto. En el diario acontecer evaluamos de forma cualitativa y cuantitativa las situaciones sociales de forma innata. En la práctica, evaluamos para cuantificar o asignar números o puntuaciones a personas y objetos, pero también usamos la evaluación como un instrumento de medición y de comparación, para determinar los resultados o para reorientar el curso de acción de determinada situación.

Evaluar significa saber por qué se lograron los resultados y por qué no se lograron. La utilidad de la evaluación reside en visualizar esta herramienta como un espacio de búsqueda a nuevas oportunidades y estrategias para lograr la funcionalidad esperada.

Por un lado, Cardozo realiza una aproximación al término evaluación al explicar que por su propia naturaleza tiene un carácter

…interdisciplinario, el cual es realizado por un método sistemático, cuyo objetivo es conocer, explicar y valorar una realidad, así como aportar elementos al proceso de toma de decisiones, que permitan mejorar los efectos de la actividad evaluada.[1]

Nirenberg, por su parte, apunta que
...la evaluación de proyectos sociales tiene dos dimensiones de aplicación. La primera se considera como “un proceso continuo y programado de reflexión basado en procedimientos sistemáticos de recolección, análisis e interpretación de información para formular juicios valorativos fundamentados y comunicables que permitan reorientar la acción social para producir los cambios deseados”.[2]

Como se observa, la evaluación de la funcionalidad del derecho debe poseer elementos cuantificables para medir los costos y los beneficios sociales, que se traducen en un impacto social que beneficie a la población-objetivo.[3]

La funcionalidad del derecho  depende de los objetivos que busca el mismo. En esa medida, los objetivos son los efectos buscados para llegar a una situación deseada que es ña regulación de la conducta y los efectos son los resultados de esas acciones plasmadas en los ordenamientos.

La necesidad de evaluar  al derecho surge de la misma comunidad, de los actores sociales más informados y participativos, interesados en involucrase y participar en los problemas prioritarios de su localidad.

Cada vez son más apremiantes las necesidades de las comunidades por lo que plantean su desarrollo social desde su situación actual, con una visión a futuro de lo que puede suceder, llevándolos a realizar una evaluación diagnóstica para comparar cómo es el desarrollo social, cuáles son las carencias sociales, cuál es el costo social de las carencias, cuál es su tendencia y cómo introducir mayores beneficios de bienestar social.

FUNCIONALIDAD DEL DERECHO

Es importante acotar que la importancia del presente trabajo es que el lector encuentre una propuesta de cuál podría ser una utilidad del Derecho, entiendo este desde las perspectivas naturalistas y positivistas, partiendo de un intento por definir el tema central tenemos a bien un intento por delimitar la representación mental del Derecho.  

Se entiende como funcionalidad a la cualidad de funcional[4], adjetivo cuya alusión es de una cosa diseñada u organizada atendiendo, sobre todo, a la facilidad, utilidad y comodidad de su empleo.[5]

Del mundo normativo nos enfocaremos en las normas jurídicas como medio de cohesión y regulación de conducta.

El término Derecho implica de manera intrínseca una ardua y prolija conceptualización pues se configura como una rama multidisciplinaria  con  variedad de definiciones.

Desde una corriente naturalista, Thomas Hobbes[6], definió en su Leviatán el derecho natural como:

“La libertad que cada uno tiene de usar su propio poder a su arbitrio para la conservación de su naturaleza, esto es, de su vida, y consiguientemente de hacer cualquier cosa que, según su juicio y su razón, él conciba como el medio más idóneo para tal fin”

Abordando la temática de la visión positivista jurídica dará una definición de la cual excluye todo elemento ideológico o político en cuanto no se hace referencia ni a valores, ni a fines. "El derecho es definido como una técnica coactiva utilizada por el soberano con la intención de influir en la conducta de los demás."[7]

En una tercera conceptualización la teoría ecléctica como una fusión entre las mencionadas en líneas anteriores, vislumbramos a grandes juristas como  Manuel Atienza cuando afirma que es hora de dejar atrás al iuspositivismo, también lo es dejar atrás al iusnaturalismo, en este tenor, el Doctor Juan De Dios Gonzáles Ibarra sostiene[8]

“el derecho es experiencia humana acumulada y lógica aplicada para obtener la armonía y paz social universal”.

ANTECEDENTES Y EVOLUCIÓN


En una amplia perspectiva de la evolución histórica, la autotutela o autodefensa fue, en un principio, el medio más frecuente utilizado para solucionar los conflictos.

A través de un largo proceso evolutivo se ha llegado a una situación inversa, ya que actualmente, una vez que el Estado ha asumido como propia y exclusiva la función de solucionar mediante el proceso y en ejercicio de la jurisdicción los conflictos de trascendencia jurídica, ha quedado prohibida, por regla, la autotutela. (Artículo 17 de la Constitución Federal[9] y el Articulo 2 del Código Procesal Civil del Estado de Morelos, que establecen que “ninguna persona, podrá hacerse justicia por si misma ni ejercer violencia para reclamar su derecho…”)

Poniendo énfasis en la materia penal (Esto relacionado con la función del Derecho como instrumento de cohesión, derivado del antiguo proceso penal), el proceso penal inquisitivo surge entre los siglos XII y XIII en la Europa Medieval y tiene sus orígenes en la labor de los juristas de la Universidad de Bolonia y de los intelectuales de la escuela de París, a través de la indudable influencia de la Iglesia.

En la práctica los procesos inquisitivos sirvieron para institucionalizar sistemas de persecución por razones políticas o religiosas y para mantener un sistema de terror, con fines ajenos al mantenimiento de la paz social dentro de una comunidad.

Este modelo de proceso inquisitivo, controlado por funcionarios sometidos a una estricta jerarquía, representaba un mecanismo útil y eficaz para la consolidación del poder de gobiernos centralizados, con el paradigma de las monarquías absolutistas en Francia.

Las Siete Partidas[10] excluyen, entre otros, las acusaciones sobre falsedad de la moneda real (Ley XX) o el heredero por la muerte del causante (Ley XXI). Estos motivos eran suficientes para que muchos ofendidos no se atrevieran a correr el riesgo de acusar porque en caso de no llegar a probar los hechos la pena que correspondiere a los mismos les sería impuesta a ellos –o al acusador-.

Después se encomendó la administración de justicia a profesionales con una formación más completa y sólida del ordenamiento jurídico.

Los miembros de las jurisdicciones señoriales o los miembros de un jurado, tomando algunos de los elementos del derecho canónico, introducen reglas probatorias que superan las existentes en los procesos comunales o feudales como los sistemas de resolución de conflictos.

Hay que recordar que el juicio era común tanto para el ámbito civil como penal; ese juicio era público, al aire libre y el sistema de prueba se traducía en un juramento decisorio, asistido en su caso por los “compurgadores”, “conjuradores”, o bien en la invocación del juicio de Dios a través de las ordalías o del duelo.

Sin embargo, como no se admitía la prueba de indicios ni la prueba semiplena y la carga de la prueba estaba a cargo del acusador, en la práctica era difícil obtener que el acusado fuera condenado. Todo esto trajo como consecuencia el uso de la tortura con el objeto de lograr la prueba plena.

La iglesia se oponía al uso de las prácticas de tortura para obtener la prueba plena. No obstante, en el siglo XIII se extendió a los procesos de herejía ante los tribunales eclesiásticos y a la jurisdicción secular. En el Derecho Romano era utilizada la tortura con los esclavos para hacerlos hablar, incluso cuando acudían como testigos. También se utilizaba contra hombres libres cuando cometían delitos de lesa majestad.

En la actualidad esto cambia con el sistema penal acusatorio, pero la finalidad de los párrafos anteriores es tener en cuenta el paradigma de dejar atrás al obseloto paradigma Kelsiano del Estado de Derecho con el de Estado constitucional democrático y social o garantista como lo plantea Ferrajoli.[11]

CONCLUSIONES

El abogado y politólogo colombiano Mauricio Villegas, a quien seguiremos en este trabajo, menciona que el prestigiado economista Jeffrey Sachs “sostuvo que los grandes desafíos del mundo estaban relacionados con la incapacidad del derecho de responder a las demandas de regulación social”[12]

Derivado de lo anterior todos aquellos que analizamos el quehacer de la ciencia jurídica no invita a un panorama de reflexión sobre dicha eficacia y eficiencia, contamos con la sociología  jurídica como eje articulado para determinarla, empero, los datos duros con los que se cuenta son reveladores.

Si nos enfocamos a una función de regulación de conducta, el Derecho ha fallado, pues en el caso particular Morelos es la entidad federativa más violenta de México y Cuernavaca es la ciudad con más de 100 mil habitantes con mayores índices de inseguridad, según informó el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, mediante el estudio denominado “Ranking de la violencia en municipios y entidades federativas 2014”

El derecho visto desde una función de cohesión y regulación de conducta ha fallado pues seguimos viendo la máxima del Estado de Derecho y no el Estado constitucional democrático y social o garantista.

Un Estado que tutele como premisa básica el irrestricto respeto a los derechos humanos, vistos reflejados en el ordenamiento como los fundamentales y un sistema de garantías para tal fin.

Este paradigma garantista tiene como fundamento el respeto de la dignidad y los derechos fundamentales de toda la humanidad, buscando la eficacia del derecho y de la constitución como forma y fondo en la justica y vida universal.

El ejercicio de la ciudadanía en la actualidad va más allá de apoyar propuestas por parte de las élites políticas y pasa por la intervención directa en la formulación, evaluación e instrumentación de las acciones de gobierno a través de los espacios institucionales que antes estaban reservados exclusivamente para funcionarios públicos.

Carlos Sirvent (1999) propone una definición en donde señala que los gobiernos han quedado acotados y sin grandes alternativas debido a la intervención de diversos grupos e intereses, expone que: el Gobierno actúa en una competencia de distintos intereses de varios y potentes grupos políticos y sociales propias de la democracia pluralista. Por esta razón el poder de ejecución de los gobiernos está acotado ya que la intervención de distintos actores deja al gobierno sin muchas de sus capacidades de elección y/o actuación.

Por su parte, Hidalgo (2001) tiene una postura completamente contraria ya que, plantea que la primicia del poder recae sobre el propio gobierno definiéndolo como: una elite política que tiene un papel estelar en democracia, eso radica en que es el encargado de canalizar y filtrar las demandas e intereses de tipo político y social. Además le compete como principal función concebir proyectos políticos de tipo sectorial o de tipo global para resolver de forma armónica los asuntos públicos.

Finalmente, un tema esencial para los gobiernos es su legitimidad y la manera en la que pueden llegar a materializar o no los programas propuestos o alternativas de soluciones dadas a los problemas existentes. En ese sentido, Eugenio Lahera, (2005) explica que los gobiernos deberán escoger políticas públicas originales que resuelvan los problemas de la mejor manera y con la mayor utilidad social posible.



[1] Cardozo, M. (2006). La evaluación de políticas y programas públicos. México: Porrúa, p. 43.
[2] Nirenberg, O. (2003). Programación y evaluación de proyectos sociales: Aportes para la racionalidad y la transparencia. Buenos Aires: Paidós, p. 2.
[3] Entendiéndose esta en la Administración Pública como los beneficiarios de una política pública.
[4] Real Academia Española (2014). «funcionalidad». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa.
[5] Real Academia Española (2014). «funcional». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). Madrid: Espasa.
[6] De esto se deriva la segunda ley de naturaleza, en la cual cada hombre renuncia o transfiere su derecho, mediante un pacto o convenio, a un poder absoluto que le garantice un estado de paz
[7] Ponce Esteban, M. (2005). El Concepto de Derecho y Justicia. Recuperado el 04 de Septiembre de 2016, de http://historico.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/35/pr/pr11.pdf
[8] González Ibarra, Juan de Dios, Filosofía Jurídica, Editorial Porrúa, México, 2013, p. 1.
[9] Véase el Artículo 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos donde se hace alusión a dicho ordenamiento como la Ley Suprema es decir la base fundamental del edificio del Derecho, entendido este como medio de control social.
[10] Alfonso X. Las siete partidas. Recuperado el 10 de septiembre de 2016, de http://ficus.pntic.mec.es/jals0026/documentos/textos/7partidas.pdf
[11] Véase FERRAJOLI,Luigi, El garantismo y la filosofía del derecho, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2001.
[12] GARCÍA VILLEGAS, Mauricio, Sociología y crítica del derecho, Fontamara, México, 2010, p. 9.

lunes, 29 de agosto de 2016

La importancia de la participación ciudadana.

Todos los individuos que viven en comunidad obtienen por sus propios medios algunos bienes privados para satisfacer sus necesidades, como el alimento o el vestido. Pero también necesitan bienes que no pueden obtener por sí mismos. Los “bienes públicos” son aquéllos que no pueden dividirse o fraccionarse para que los usen las personas y que tampoco pueden ser excluidos de su disfrute a nadie. Tales bienes pueden ser las señales de tráfico, las calles, el alumbrado o los parques, pero también la seguridad, la ciudadanía, la moneda o los sistemas de pesos y medidas.

A lo largo de la historia, pensadores, filósofos y revolucionarios han identificado el fin de la vida en comunidad con el “bien público” o “el bien común”. Identificar, producir y distribuir estos bienes es un problema colectivo y por lo tanto político.

Al requerir el esfuerzo colectivo, la provisión de bienes públicos se convierte en un problema político. Así, un objetivo de la política es la provisión de bienes públicos. Por lo mismo, se vuelve indispensable conocer el origen y la forma de ejercer la autoridad política.

En la actualidad esta autoridad recae primordialmente en el Estado, entendido como el conjunto de instituciones que poseen legitimidad suficiente para ejercer control sobre los recursos de la sociedad y administrarlos en su beneficio. Esto implica que exista una relación recíproca entre la sociedad y el Estado. La primera aporta los recursos y, el segundo, estructura para gestionarlos

El ciudadano en las sociedades modernas es aquella persona que con base en sus libertades y derechos constitucionalmente establecidos, y consciente de los derechos de los demás, asume posturas activas de deliberación, análisis y argumentación sobre los asuntos de la vida pública. Algunos instrumentos para expresar estas posturas son el voto y la actividad político-partidista, pero también la participación en organizaciones sociales y asociaciones civiles, la movilización, así como el escrutinio de las acciones del gobierno y la evaluación del ejercicio del poder.

El ejercicio de la ciudadanía en la actualidad va más allá de apoyar propuestas por parte de las élites políticas y pasa por la intervención directa en la formulación, evaluación e instrumentación de las acciones de gobierno a través de los espacios institucionales que antes estaban reservados exclusivamente para funcionarios públicos.
A partir de estas dos ideas, en la actualidad, lo público se divide en dos esferas:

·         El espacio púbico estatal, como aquel en donde las autoridades legal y legítimamente constituidas tienen la vigencia del interés público, y son las responsables de determinar metas, cumplir plazos y manejar los recursos públicos mediante políticas públicas que definen el sentido del ejercicio del gobierno.
·         El espacio público social, como el lugar de la articulación y organización de los discursos y objetivos que persiguen los grupos sociales; es donde se da cause a la participación y movilización ciudadana para defender intereses y plantear demandas.

A esto se le denomina participación ciudadana, y lo que persigue es influir en las decisiones de la administración pública, aprovechando las ventajas y oportunidades que les da la visualización mediática y su influencia en la opinión pública.

Finalmente, vivimos en una época caracterizada por el acelerado crecimiento de las tecnologías de la información y la comunicación. En las décadas recientes, el mundo ha vivido grandes transformaciones en muchos ordenes de la vida individual y colectiva producto de estas tecnologías, así como de los intercambios comerciales, flujos migratorios y procesos de integración social que denominamos globalización.


Estos cambios han puesto a discusión el papel del Estado, el gobierno y la administración pública en su relación con una sociedad civil organizada a nivel mundial. En este sentido, las decisiones en el ámbito público se han visto impactadas tanto por las nuevas tecnologías como por las demandas ciudadanas que rebasan los ámbitos de lo nacional y se vuelven cada vez más globales

sábado, 14 de mayo de 2016

Ética y acciones para un cambio cultural en las organizaciones públicas por medio de la implementación de los valores.

Abordar la ética es de gran relevancia pues se constituye como un pilar en la acción de los servidores públicos, la transparencia, la rendición de cuenta y el cumplimiento de las demandas sociales. “Un gobierno que basa su relación con los ciudadanos en la falsedad, construye una relación frágil y endeble”

Sin valores definidos se generan malos manejos como se vio en estados unidos con la renuncia de Richard Nixon; es menester de cualquier gobierno el reforzar los códigos de ética y medidas anticorrupción.

La corrupción inmersa no solo en el sector público, sino en la esfera privada es un flagelo que daña a la sociedad y a su desarrollo, y de ahí deriva la importancia a frenarla en toda la amplitud que ello conlleva.

No es suficiente con proponer códigos de conducta y valores, como Peter Singer nos expone “No es un sistema teórico ideal sin validez práctica” la honradez, la prudencia, la preocupación por los demás. La ética debe tener un elemento subjetivo, fundado en la razón, requiere pues de un punto de vista universal.

Cuando se lleva a cabo una acción es evidente asumir la responsabilidad que desencadenara la misma, pues atañe a la sociedad al tratarse de la gestión pública.

Se necesita hacer un trabajo titánico, pues el cambio cultural organizacional no es inmediato, por el contrario, requiere tiempo, esfuerzo y dedicación.

Ejemplos plausibles son movimientos como la “ley tres de tres” que implica dejar atrás la figura del servidor anónimo.

Se debe vigilar con lupa el quehacer de las organizaciones públicas; incluir programas dentro de los planes de gobierno, establecer un área para el fomento y vigilancia de la ética, asignar expertos dedicados a esta tarea, adecuar la norma jurídica incorporando una Ley Ética, así como un marco que norme la conducta de sus miembros mediante los Códigos de Ética. [1]

El hecho de que existan gobernantes carentes de valores genera el incumplimiento de objetivos en los programas de gobierno. A su vez, la desviación de recursos para servicios básicos generan pobreza, desempleo, enfermedad, hambre, injusticia y, en ocasiones, muerte, lo que se traduce en distintas formas de sufrimiento humano. Estos sufrimientos se perpetúan e incluso se incrementan. La existencia de tanto dolor y desesperanza en algunas sociedades demuestra la impotencia e incapacidad de los gobernantes para resolver las demandas ciudadanas así como una gran ausencia de valores.

El criterio ético en política y en los asuntos de gobierno responde a una filosofía, a una manera de resolver conflictos y ofrecer resultados con equidad y justicia al satisfacer la pluralidad de intereses contribuyendo al bien social, es decir, sin perder de vista el objetivo de servir a los ciudadanos. Las instituciones públicas funcionan bajo un marco de valores y principios que permite orientar y potenciar las capacidades de sus miembros, por lo tanto, requieren personas con un perfil definido.



[1] Diego Bautista, Ó. Los códigos éticos… Op. cit., p. 137.

miércoles, 20 de abril de 2016

El cerebro adicto

El objeto del presente trabajo es aguzar en un tema polémico pero que es necesario tratar con gran madurez y responsabilidad social.

“Hasta hace unas décadas la drogadicción se consideraba un problema moral y de falta de voluntad. Hoy se reconoce como una enfermedad y se sabe cómo tratarla.”
-Verónica Guerrero Mothelet

Con el objetivo  de que el interesado pueda comparar posturas tomaremos referencia en las siguientes puntualizaciones:

El tema anteriormente expuesto es de gran importancia, pues de acuerdo a la realidad social que vivimos se debe tratar este flagelo de la adicción cuyo objeto es diverso, pero tiene un común denominador.

Todas estas adicciones provocan la misma reacción en la química del cerebro. Este descubrimiento ha alterado la forma de considerar, prevenir y remediar las adicciones

Es una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al igual que otras enfermedades como la diabetes, la adicción se puede tratar, y aunque no se consiga una cura definitiva, el tratamiento incrementa la calidad y la duración de la vida.

En la década pasada (1930) se infería que las personas carecían de fuerza de voluntad. Se abordaba el tema como un problema moral y no de salud. Así, en lugar de diseñar acciones preventivas y terapéuticas, se optaba por el castigo y se etiquetaba negativamente a los adictos.

En este tenor se han arrojado trascendentes estudios en el tema como el  de Nora Volkow investigadora mexicana-estadounidense, estudió medicina en la UNAM y es hoy directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés), observó en imágenes cerebrales la influencia de las drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la dependencia de sustancias como la cocaína y los opioides. "Esto nos llevó a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad. La adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el funcionamiento de ese órgano.

"La adicción es una enfermedad que progresa por etapas", en la primera las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia

La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer. Explica la doctora Medina Mora. "El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión.
Este condicionamiento es tan fuerte que la adicción puede resurgir incluso tras muchos años de abstinencia.

Principales factores de riesgo y de protección
  • Conducta agresiva temprana
  • Habilidades sociales deficientes
  • Ausencia de supervisión paterna
  • Compañeros/amigos que abusan de sustancias
  • Disponibilidad de la droga
  • Pobreza …
  • Autocontrol
  • Relaciones positivas
  • Supervisión y apoyo paterno
  • Información
  • Políticas contra el uso de drogas
  • Cohesión comunitaria
  • *Fuente: National Institute on Drug Abuse

Consecuencias conductuales, familiares y sociales

Para el bienestar personal, familiar y social. Este trastorno afecta varios circuitos cerebrales. "No solamente el circuito que calcula la recompensa", dice Rubén Baler, "sino también los relacionados con el aprendizaje, con la memoria, con el control de emociones, con la toma de decisiones; son varios circuitos. Todos interactúan entre sí y muestran una disfunción en el adicto". Asimismo, dependiendo de la sustancia y del tiempo que se haya empleado, los efectos sobre la salud pueden ir de enfermedades cardiovasculares, enfisema o cáncer, al desarrollo de trastornos mentales irreversibles.

Siendo adicto se corre también el riesgo de sufrir o infligir a otras personas algún daño no intencional, o de incurrir en actos de violencia o delitos por influencia de las drogas o de la abstinencia. La doctora Medina Mora señala que "las drogas también son un problema social con muchas facetas porque tener un adicto en la familia la modifica, afecta su calidad de vida y tiene un impacto emocional, económico y social". Por esta razón se buscan enfoques de tratamiento que permitan a las personas con adicción abandonar la sustancia, pero al mismo tiempo que modifiquen, desde el aspecto bioquímico y conductual, las causas que provocan y agravan su adicción. Para que un tratamiento sea efectivo debe atacar por todos estos frentes. "Por ejemplo, hay que entrenar de nuevo los circuitos neuronales que calculan las recompensas naturales: la de la comida, la de salir con amigos, la del sexo. Todos los aspectos de la recompensa natural que se volvieron disfuncionales en el adicto", señala el doctor Baler.

Como la diabetes, la adicción es crónica e incurable. Así, siempre se pueden sufrir recaídas. Pero la probabilidad de recuperación es similar a la de la diabetes y puede controlarse para mejorar la calidad de vida.

El tratamiento debe definirse según la persona, el tipo de sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos, internos y externos, se requiere una terapia multidimensional que procure entrenar nuevamente un cerebro que aprendió algo totalmente anormal, pues la adicción, en última instancia, es una enfermedad de aprendizaje.

En conclusión  para no llegar a necesitar tratamiento Rubén Baler propone la prevención universal: "Evitar todo lo que sabemos que es dañino y tratar de promover y enaltecer lo que sabemos que es positivo". Entre los factores negativos se encuentran, por ejemplo, los padres adictos, la pobreza extrema, la mala nutrición, la falta de ejercicio, un entorno de violencia.

"Todo lo que promueve un ambiente saludable por fuerza va a reducir el riesgo absoluto de abuso de sustancias"

Trate este tema pues es necesario estar informados de las posibles consecuencias de la regulación de la marihuana que se convertiría en un problema de salud, pues como vimos anteriormente "la adicción a las drogas es una enfermedad"  Partí a través de un marco referencial  de instituciones de alto prestigio como lo es el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA, por sus siglas en inglés)
 








miércoles, 30 de marzo de 2016

viernes, 18 de marzo de 2016

¿Qué es ser un estudiante en línea?

Para responder a esta pregunta es preciso hablar sobre la modalidad de estudios en línea, la cual incorpora el uso de las Tecnologías de la Informática y la Comunicación (TIC), es aquí en donde las modalidades educativas se transforman y de donde emerge la modalidad de estudios en línea.
El rol del estudiante en línea
De ser pasivo a ser proactivo
El estudiante en línea se distingue porque tiene una actitud de ir al frente, ya no esperar a que sucedan las cosas o que el profesor le indique lo que tiene que hacer.
De la exigencia en la participación
Dinamismo y elaboración en la participación que desarrolla el estudiante en línea frente al estudiante presencial que bien puede mantenerse escuchando sin la intención de hacer una intervención.

De la estática entre tiempo y espacio a la dinámica autogestiva

El estudiante en línea no se encuentra sujeto a los horarios y a los espacios físicos para dar paso a la autogestión; esto implica que el mismo es quien determina donde, como, cuando, y cuanto estudia, pese a que la modalidad de estudios en línea es flexible existen tiempos de entrega, por lo que es muy importante que el estudiante se administre a fin de cumplir cabalmente con sus actividades académicas.

Del seguimiento académico
Si el estudiante de la modalidad presencial tiene una duda o inquietud, no siempre la externa al profesor y el grupo de compañeros, por causas de diversa índole, en el caso del estudiante en línea existe la facilidad de compartir las dudas en público (mediante foro de discusión) así como en privado (mensajería interna, correo electrónico).

De la interacción grupal y con el docente
A diferencia de recibir explicaciones e indicaciones verbales de parte del docente, el estudiante en línea interactúa principalmente con los contenidos (multimedia, interactivos, entre otros) del ambiente virtual de aprendizaje. En un segundo plano el estudiante en línea interactúa de manera asincrónica con el docente en línea y con los compañeros de curso.

De los aportes de la internet y la riqueza del conocimiento
El estudiante en línea contará con una serie de materiales recomendados por los desarrolladores del curso, el docente también podrá sugerirle materiales extra para reforzar el conocimiento.

Hasta ahora se ha hecho referencia a las cualidades académicas del estudiante en línea, pero recordemos que en esencia un estudiante es como cualquier otra persona y experimenta una gama de emociones a lo largo de diferentes momentos de su vida y el proceso de aprendizaje no es ajeno al manejo de las emociones, por lo que a continuación se muestran algunas sugerencias que pueden resultar de interés para quienes formen parte de un proceso educativo.


Recomendaciones Interpersonales para el estudiante en línea
·         Identificar e interpretar nuestras emociones y reconocer el efecto que tienen e nosotros mismos y en los demás.
·         Controlar y manejar nuestras emociones y el como reaccionamos para así poder adaptarnos a las circunstancias que todo el tiempo están cambiando a nuestro alrededor.
·         Identificar, comprender y responder ante las circunstancias, para atender y entender a los demás.
·         Saber tratar con los demás, influir positivamente, motivar e inspirar, trabajar en equipo y mejorar la manera en la que nos comunicamos.

En la medida que el estudiante en línea desarrolle y potencie las habilidades tanto académicas como interpersonales descritas en los apartados anteriores, el estudiante podrá en paralelo superar retos propios a su vida académica.

Retos para el estudiante en línea
·         Adoptar una actitud crítica y creativa de las Tecnologías de la Información y la Comunicación y participar activamente durante su formación académica.
·         Cuestionar, replantear, investigar e idear nuevas formas de descubrir, con el impulso de seguir explorando y generar la oportunidad para obtener más conocimientos.
·         Adaptarse al trabajo en un entorno cambiante, valiéndose de la creatividad, la comunicación, la colaboración y la resolución de problemas.
·         Optimizar la comunicación escrita, prácticamente es el recurso más sólido para expresarse en la modalidad en línea, por lo que se deberá optimizar el uso de la gramática, sintaxis y semántica.



De acuerdo a la información presentada, el ser un estudiante en línea implica ciertos saberes, actitudes, retos, exigencias, ventajas y compromisos, pero sobre todo la disposición de aprender, la educación en línea no tiene porque concebirse como fácil o difícil, el estudiante en línea tiene ante sí la oportunidad de marcar su propio ritmo de aprendizaje y de trazar sus horizontes de estudio de acuerdo con sus metas académicas.